Dan Dennett (1942), respetado filósofo estadounidense y director del Centro de Estudios Cognitivos de la Universidad de Tufts, en
una reciente entrevista concedida al periódico El País (en concreto, el pasado martes 25 de marzo) , manifestó que con la llegada de la tecnología el proceso de la evolución de la
cultura se ha acelerado hasta un punto impredecible.
A continuación, se detiene y hace esta reflexión: “¿Quién compra música ahora? ¿Y libros? Lo mismo puede decirse del cine o de cualquier otra disciplina artística”.
A continuación, se detiene y hace esta reflexión: “¿Quién compra música ahora? ¿Y libros? Lo mismo puede decirse del cine o de cualquier otra disciplina artística”.
Hablemos de la industria musical
Las palabras de Dennett, lejos de alarmarnos, nos sirven para
ilustrar la realidad de la actual industria cultural. Con respecto a la industria musical, las cifras de ventas nos
hablan de un cambio de hábitos por parte del consumidor. Cada vez más crece el número de usuarios que se decantan por el consumo
streaming
o las descargas directas por
internet. Y cada vez más disminuyen los compradores de soportes musicales físicos (CD). Según Digital Music Report (IPFI), las
ventas digitales de música en España, en el 2013, alcanzaron el 30% de los
ingresos (mantiene la misma cifra respecto al 2012). Y, según la misma IFI, el
consumo de música digital en el mundo subió sus ventas en un 39% comparado con
el 2012. Mientras que la compra del
soporte físico, en España, descendió en un 23% y, en el mundo, en un 12%. ¿Qué nos dicen estas cifras?
Nuevos “consumidores emergentes”
Si bien en
España, el consumo digital se ha estancado en el 2013, en otras partes del mundo, este mercado cada vez gana más adeptos. Gracias
a la globalización, la aldea global crece al unísono. Esto ha hecho pensar
seriamente a sellos discográficos europeos a mirar con interés más allá de su
continente. Los nuevos mercados emergentes representan un gran potencial y
ofrecen estadísticas muy alentadoras. Por
ejemplo, Argentina (un aumento del 69%), Perú (149%), Venezuela (85%) y
Sudáfrica (10%). Esto ofrece una enorme posibilidad a la industria musical para
satisfacer el mercado mundial.
El futuro de la música pasa por internet
Que no quede
duda, la tecnología ha propuesto una nueva forma de consumir música. Esto debe provocar nuestra creatividad, y
nos desafía para encontrar el modo de seguir apostando por la industria
musical, de modo que ésta sea rentable. Internet
ofrece una serie de ventajas como: la portabilidad (no se depende de un
transistor ni de un ordenador), la no dependencia de las ondas (no hay espacio
geográfico), la practicidad (en formato digital ya no hace falta llevar ni
almacenar el disco), inmediatez y rapidez (no hay que esperar para comprarlo),
la variedad de aplicaciones para dispositivos móviles (la que más nos guste), alcance
mundial (se puede acceder a él desde cualquier parte del mundo), alcance
publicitario (el mercado es el mundo entero), etc.
El desafío para
esta industria está en su capacidad de adaptación a las nuevas exigencias del
mercado y de la tecnología. Todo depende de ser capaces de dar una respuesta creativa y ampliar el pensamiento.
No se trata de atrincherarse en modelos del pasado, sino de abrir la mente, y
la industria, a nuevas posibilidades. Esta
nueva forma de “vender música”, recién está naciendo.
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